¿Cómo detectar problemas de comprensión del lenguaje?
Los problemas de comprensión del lenguaje muchas veces pasan desapercibidos para aquellas personas que no son expertos en el lenguaje o que no están implicados en el trabajo directo con niños pequeños y no tan pequeños. Muchas veces como padres y madres no somos capaces de ver si nuestros hijos comprenden lo que les queremos decir solo por escuchar las palabras que les decimos, o lo apoyamos con gestos más o menos naturales, con claves contextualizadas (se lo decimos siempre en el mismo momento o en el mismo lugar), … y un sinfín de pistas que les damos a los niños para ejecutar aquello que les estamos pidiendo, sin ser conscientes de ello.
Por todo ello, es habitual que niños con problemas de comprensión del lenguaje, no sean percibidos como tal por sus familiares más directos.
Para comprobar que el niño comprende el lenguaje que utilizamos con él es importante que le pidamos cosas sin usar todas estas pista, sin señalarle lo que le estamos pidiendo y a veces dándole alguna orden que no sea lo que él espera. De esta manera podremos comprobar si realmente nos está comprendiendo.
¿Qué hacer si nos damos cuenta de que no comprende tanto como pensábamos?
Cuando nos damos cuenta de que algo no lo está comprendiendo podemos trabajarlo con él para que lo vaya adquiriendo en su repertorio de palabras.
Por ejemplo:
- Si es un concepto lo que no está comprendiendo (detrás, grande, frío, …) se lo repetimos con distintos ejemplos, para que el niño comprenda que varios objetos pueden tener esa cualidad, ponerse en esa posición, etc.
- Si es el nombre de un objeto, se lo señalamos y repetimos la palabra, sin hacerle frases largas, principalmente el nombre del objeto hasta que el niño lo interiorice y lo añada a su repertorio de palabras conocidas.
- Si es un verbo lo que le queremos enseñar, la mejor manera es realizar la acción con él, o de no ser posible, enseñarle imágenes que la representen.
Pautas a tener en cuenta:
- Utilizar frases cortas, nada de explicaciones largas que no van a comprender.
- Usar un vocabulario adecuado a su edad o su nivel de comprensión, incluyendo palabras nuevas de manera escalonada y siempre con muchos ejemplos de sinónimos que ellos si conozcan que tengan un significado similar.
- Darle órdenes sencillas y de una en una, y ayudarle a realizarlas si lo necesita.
- Contarle las cosas que van a pasar y utilizar cualquier momento para hablar con él, estimulando de esta manera el lenguaje oral.
- Nombrarle los objetos que tenemos alrededor.
- Pedir ayuda a un profesional que pueda guiarnos en la intervención (logopedas, psicólogos, maestros, pedagogos, …)
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