Día de la Logopedia
El pasado 6 de marzo se celebró el día europeo de la logopedia desde Afannes apostamos por hacer visible la importancia del trabajo en comunicación lingüística y la terapia miofuncional.
Comencemos por el principio, si definimos el papel de la logopedia como aquella especialidad de diversidad práctica que requiere de un conjunto de conocimientos, habilidades que la hacen única, singular y que precisa aplicar un conjunto complejo de competencias basadas en las necesidades, situación y potencialidades de la persona a la que se atiende (Ahufinger et all, 2021), que doten de estrategias funcionales a las personas que precisan de este apoyo. Así, podemos decir que, la logopedia se ocupa de la prevención, detección, evaluación, diagnóstico y tratamiento de todas las alteraciones vinculadas a la comunicación y a las funciones orales no verbales, según define el Consejo General de Colegios de Logopedas (CGCL) Vemos la variabilidad y el amplio espectro de funciones de la profesión.
En esta ocasión, nos centraremos en la presentación de la terapia miofuncional y el papel que desempeña tanto a nivel oral verbal como a nivel funcional ligado a trastornos de la alimentación y la deglución.
De acuerdo a Meyer,L.A. (2004) citada en Abello y cols. (2005), la Terapia Miofuncional (TMF) se define como : “El conjunto de procedimientos y técnicas utilizados para la corrección del desequilibrio muscular orofacial, la creación de nuevos patrones musculares en la deglución, la creación de patrones adecuados para la articulación de la palabra, la reducción de hábitos nocivos y el mejoramiento de la estética de la persona”.
Las áreas que se intervienen desde práctica mediante Terapia Miofuncional son:
- Como prevención, valoración y/o diagnóstico de disfunciones orofaciales.
- Funciones musculares en la alimentación, la deglución, la respiración y la fonación en malformaciones faciales y/o craneofaciales como fisuras palatinas, labiales…
- En parálisis cerebral infantil o en adultos como medio para conseguir patrones de masticación, deglución, respiración, control de la sialorrea… que permitan que la alimentación, a su vez, el habla, sean lo más funcionales posibles.
- En ACV y TCE como medida de rehabilitación de funciones orgánicas relacionadas con la afectación de uno o varios pares craneales que puedan afectar al habla y/o a la alimentación (masticación, deglución…)
- En definitiva, cualquier trastorno y/o traumatismo en la que la funcionalidad de la musculatura orofacial se vea comprometida será susceptible de necesitar una intervención miofuncional concreta y específica ligada a la pérdida de funciones orgánicas específicas.
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